viernes, 20 de abril de 2012

JUEGOS PARA NIÑOS HIPERACTIVOS

Los mejores juegos para niños hiperactivos son los que involucran romper, manchar, ensuciar, gritar y diferentes cosas que se usan como liberadores de ira, estrés, ansiedad y hacen muy bien. Como ya sabemos a estos niños no les gusta seguir las reglas y no se sienten muy cómodos con ellas, así que lo que podemos hacer es seleccionar una zona de nuestra casa, por ejemplo su cuarto o el patio y colocar papelotes por todas las paredes, de manera tal que queden muy bien protegidas, luego traemos al niño y le enseñamos todas las pinturas que tenemos, tengan por seguro que ellos se van a emocionar, entonces aprovechando esa emoción vamos a decirle: ” el día de hoy vamos a pintar las paredes que están cubiertas con papel, la única regla es que no debemos usar un pincel…” entonces el niño decidirá emplear sus manos o incluso sus pies, y eso será un perfecto liberador de energías tanto para él como para ti, además ese día el niño mientras duerma recordará ese gran episodio del día.

Niños con TDAH en Murcia

El TDAH afecta al 5 por ciento de la población infantil y juvenil, es decir que, en la Región de Murcia, más de 8.000 niños de entre 6 y 16 años tienen riesgo de padecerlo. Las conclusiones de este estudio, corroboran que la patología afecta a otros aspectos de la vida de los niños que lo padecen, al margen de los síntomas nucleares (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad).

PERFIL DE LOS NIÑOS HIPERACTIVOS A DIFERENTES EDADES

DE 4 a 6 AÑOS

Según los profesores del niño hiperactivo, se muestra inquieto, impulsivo, con falta de atención, agresivo y desobediente.
Según los padres lo describen como impulsivo, desobediente y agresivo.
Con frecuencia está distraido. No parece escuchar cuando se le habla, no sabe jugar sólo y las relaciones con sus compañeros se caracterizan por peleas y discusiones.
Cuándo juegan solos no admiten perder, no son capaces de seguir las reglas del juego. Esto hace que sean rechazados por sus compañeros.

DE 7 a 12 AÑOS

Para los profesores es un "mal educado" y un "holgazán ". Piensan que los padres tienen la culpa de su comportamiento, por lo que encarece y dificulta la relación entre el colegio y la familia. Esto a su vez incrementa la conducta hiperactiva en el niño.

En algunas ocasiones, los profesores, pensando que es un problema de inmadurez le aconsejan a los padres que el niño repita curso. Esto no soluciona nada, ya que la hiperactividad no es sólo una cuestión de curso.
A esta edad se manifiestan las dificultades de aprendizaje en el niño.

La relación con sus compañeros no es buena, lo rechazan , por las diferentes actitudes que manifiestan ante el grupo (agresividad, impulsividad...) es cierto que, en otras ocasiones, se inviertan los papeles y pasan a desempeñar el papel líder de la clase ya que sus actitudes son vistas como hazañas y como algo que divierte.

A partir de los siete años, si no se le ayuda puede tener síntomas de depresión , consecuencia de su fracaso para adaptarse a las demandas de su entorno.

ADOLESCENCIA

Si partimos del hecho de que para cualquier niño la adolescencia es una etapa difícil, más aún lo es para un niño hiperactivo, la relación con los padres empeora. El niño hiperactivo se vuelve más discutidor, desafiante, rebelde…
Los padres de los niños hiperactivos , a esta edad, se enfrentan a problemas más graves que los padres de otros niños. Todo se debe a que los niños hiperactivos son más susceptibles a ciertos riesgos como: el alcohol, o adición a otra droga, las experiencias sexuales y los accidentes de tráfico.